Forgotten Waters | 22 septiembre, 2020 | Plaid Hat Games
Dentro de poco tendrás en tus manos una copia de Forgotten Waters y te darás cuenta de que el alta mar no es un lugar adecuado para un montón de blandengues como tú y tu tripulación. ¡No os preocupéis, panda de vagos con horchata en las venas! Esta guía os ayudará a convertiros en piratas semioperativos en un abrir y cerrar de ojos
¡Te entendemos perfectamente! Tu imprevisible capitán te acaba de encargar una entretenida misión y te hace navegar por todo el mundo con alguna de sus alocadas ideas. Quizás andas tratando de encontrar el famoso último barril de ron del Capitán Pluma Marchita o tal vez estés tratando de asesinar a la Reina de los Delfines (ya era hora de que alguien lo hiciera). Es fácil que estés tan absorto en una de estas emocionantes misiones que cuando, de repente, te encuentres frente a un barco enemigo, te percatas inmediatamente de que tu propio barco está hecho unos zorros.
¡Amigo, hay que hacer un poco de mantenimiento!
El mantenimiento en Forgotten Waters se reduce a cuatro cosas: Mantener el Casco en buen estado, tener un ojo puesto en las Provisiones, intentar que la Tripulación esté contenta y, por supuesto, asegurarte de que realmente cuentas con una tripulación.
Si estuvieras navegando por el océano, tu casco se hundiría. ¡Así son las cosas, amigo! Si el valor de tu Casco baja, aunque sea solo un par de puntos, haz que alguien lo repare la próxima vez que llegues a una isla. ¿Qué dices? ¿Que reparar el Casco no te parece una tarea muy guay? Bueno, morirte tampoco es muy guay, tontorrón.
Sí, todos hemos pasado por eso: envías un bote con marineros a investigar una isla misteriosa, y un cañonazo enemigo los hace saltar por los aires. ¡No pasa nada! Hay tantos marineros como pulgas y además así tienes menos bocas que alimentar. ¿Tal vez la Tripulación se queja por tener el estómago vacío? ¡No hay problema! Ya lo irán superando.
Mira, es fácil ignorar el sufrimiento humano cuando hay un buen margen entre el marcador de Tripulación y el marcador de Descontento. ¡Pero la vida está llena de sorpresas! De pronto una fragata real aborda tu barco y empieza a liquidar a tu gente y esos dos marcadores se aproximan rápidamente, justo cuando menos te lo esperas.
Un buen liderazgo pasa por infligir dolor y causar miserias a la gente insignificante que te encuentras en la vida, pero tal vez te interese mantener un poco de equilibrio y contratar a un nuevo equipo en cuanto tengas la oportunidad. La mayoría de las inmundas tabernas de este juego serán el lugar idóneo para contratar nuevos miembros para tu Tripulación. Y, ya sabes, trata de no acometer demasiadas acciones, ya que es la fórmula segura para tocar las narices a tus marineros. Si menosprecias a tu Tripulación, es más probable que te maten mientras duermes.
Las Provisiones son algo genial que incluye la comida, los cosas de los médicos, los materiales para reparaciones, la bebida, la ropa de cama y quién sabe qué más. En términos del juego, las Provisiones pueden ser usadas para toda una variedad de cosas, como comprar otros bienes y servicios, alimentar a la Tripulación, o incluso soportar los daños sufridos durante los combates entre barcos. Toda esa versatilidad hace que resulte muy tentador gastar Provisiones cada vez que te enfrentas a la posibilidad de perder algo. Al fin y al cabo, el barco no se va a hundir si te quedas sin Provisiones. Pero, ¡ten cuidado! Cuando se agotan las Provisiones, todo lo demás empieza a menguar mucho más rápido. Así que dale un buen ejemplo a la Tripulación y ¡trata de minimizar el uso de Provisiones para tus necesidades personales!
¿El Descontento está por los suelos? Valora la posibilidad de dejar que su Tripulación pase hambre. Lo sé, lo sé, te dijimos que tenías que mantener contenta a la Tripulación. Pero existe una diferencia entre estar contento y estar demasiado contento. Una Tripulación hambrienta te permite ahorrar Provisiones y un punto o dos de Descontento te ayuda a no desperdiciar eventos que mejorarían la moral del equipo.
Los capitanes suelen traer su pasado con ellos, ¿no? Tal vez el Rey Mont envió a su más temible pirata asesino a hundir tu barco, o tal vez la Reina de los Delfines contrató a unos asesinos para acabar contigo primero (de verdad: alguien tiene que encargarse de ella). En cualquier caso, estarás acumulando constantemente Amenaza durante el curso de cualquier partida.
No hay necesidad de vivir con miedo a la Amenaza, pero tenerle una saludable dosis de respeto tampoco está de más. No te quedes en las islas tropicales a menos que haya una buena razón, ni pases demasiado tiempo en las ciudades, aunque sea allí donde más te diviertes. Llega, resuelve tus asuntos (imaginamos que principalmente asesinato y robo) y, en cuanto puedas, vete. Cuando te eches al mar, siéntete libre de tomártelo com más calma, pero no navegues demasiado tiempo sin rumbo fijo.
No te dejes llevar por la autocomplacencia cuando estés en el agua. Un encuentro con un barco enemigo o con una bestia marina, puede echar a perder todo tu duro trabajo. Resuelve el encuentro rápidamente, y asegúrate de leer las advertencias de la Localización. Esas advertencias te darán buenos consejos sobre cómo salvar la vida o, dependiendo de tu estado de ánimo, cómo morir de la manera más eficiente posible.
Eres un pirata. Has matado a una persona o a cien y has robado muchas cosas. Es fácil para alguien con esa mentalidad pasar un kilo de la idea de trabajo en equipo, especialmente cuando tratas de ser merecedor de una reputación de pirata legendario. Ten en cuenta que hay veces que hay que ser egoísta y otras en las que es mejor llevarse bien con tus compañeros para evitar que acaben todos en tumbas submarinas donde los peces se coman sus ojos.
Una forma no demasiado evidente de ayudar a tus compañeros es elegir acciones que te ayuden tanto a ti como al barco. Elige acciones que mejoren tus puntuaciones para que puedas comportarte como un verdadero especialista durante el combate naval. Averigua en qué valores anda más escaso tu barco y auméntalos para minimizar los puntos flacos de la Tripulación.
Además, unos Cañones mejorados pueden salvarte el trasero en una batalla naval. Cuando te encuentres ante barcos hostiles o bestias de las profundidades, debes acabar las peleas rápida y decisivamente antes de que el coste de la batalla sea demasiado alto.
El reconocimiento puede preparar el barco para un movimiento productivo, a poder ser un movimiento con rumbo fijo, que resulta más seguro que navegar a ciegas. Si consigues una buena tirada de Navegación, aprovecha y vete tan lejos y tan rápido como puedas para ahorrar tiempo. Viajar rápido es la clave para mitigar la Amenaza.
O si lo prefieres, gana toda la Infamia posible y dile a todos esos perdedores bajo tu mando lo que tienen que hacer en el barco, mientras tú eliges las acciones que mejor te sirvan a ti en particular. Asegúrate de recordarles que el trabajo en equipo hace que el sueño funcione mientras tu andas ocupado enterrando el tesoro y rellenando eventos de Constelación.
Tomarse en serio el mantenimiento, estar al loro con la Amenaza y llevarse bien con el personal son las claves para la supervivencia. Equilibrar estos tres aspectos a veces puede ser un verdadero rompecabezas, pero así es como se gana. Te llevará una o dos sesiones, pero saber cuándo dedicar un momento a reparar y reponer y cuándo correr como el demonio hacia tu próximo objetivo es lo que te mantendrá vivo, lo que no solo te llevará a una simple victoria, ¡sino a un glorioso final y a que te recuerden como una verdadera leyenda!