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Navegando el río dorado

Repasamos las mecánicas básicas de Río de Oro, el euro ambientado en La Leyenda de los Cinco Anillos

    En el reino de Rokugán, el legendario Río de Oro es un símbolo de la prosperidad ilimitada. A lo largo de su resplandeciente curso, acaudalados mercaderes navegan de un puerto a otro, forjando con tesón vastos imperios comerciales.



    Como comerciantes de renombre de los ilustres clanes Cangrejo, Grulla, Mantis o Escorpión, estáis a punto de embarcaros en un viaje extraordinario, forjando vuestras propias rutas comerciales mientras competís ferozmente por ganar Influencia en los altos estamentos de la nobleza. ¿Quién de vosotros desafiará al destino y ganará una fortuna sin precedentes para su clan?

    En Río de Oro, competiréis para obtener el mayor número de puntos de victoria construyendo un imperio comercial, navegando por el río y aumentando vuestra influencia con la nobleza. Cada turno, construyes algo en la ribera del río, mueves uno de tus barcos y recoges Mercancías, o haces entregas a tus Clientes.



    En tu turno, tendrás que seguir los siguientes cuatro pasos en orden: gasta favor divino, realiza una acción (que puede ser construir, navegar con un barco o hacer una entrega a un cliente), reclama maestrías, tira el dado y termina tu turno.

    Vamos a empezar con el favor divino, que representa la voluntad de los dioses, y puedes gastarlo para alterar tu destino. El marcador de sol de tu medidor de Favor divino muestra cuánto tienes en un momento dado y puedes gastarlo para cambiar la cara de tu dado (que habrás tirado al final de tu turno anterior) en 1 por cada punto que gastes.

    Pasamos al meollo del turno: las acciones. Durante el turno podremos construir infraestructuras como puertos, santuarios, mansiones o mercados, que nos darán una serie de recompensas como koku (la moneda del juego), puntos de victoria, influencia o mercancías, respectivamente.

    Si en lugar de construir elegimos navegar, elige uno de tus barcos y muévelo río abajo el número de casillas de río que indique tu dado. Acto seguido, recoge las recompensas para el visitante de cada una de las cuatro casillas de ribera adyacentes a la casilla de ribera donde termine su movimiento el barco. Finalmente, y este es un detalle importante comprender la importancia de las construcciones en el juego, los propietarios de cualquier Construcción que haya en las cuatro casillas de ribera adyacentes a tu barco obtienen ahora las recompensas para el propietario de dichas piezas.



    Finalmente tenemos la tercera acción: hacer una entrega a un cliente. Para realizarla, elige una carta de Cliente de tu mano cuyo número de región coincida con el icono/número de tu dado. Descarta los tipos y el número de Mercancías que indique el pedido del Cliente y coloca la carta de Cliente bocarriba junto a tu tablero de Clan y obtén cualquier recompensa que te otorgue. Finalmente, roba dos cartas del mazo de Clientes y luego descarta una de tu mano a tu elección bocarriba. Cada uno de los clientes tiene unas capacidades diferentes, algunas que se activan al entregar el pedido y otras continuas durante el resto de la partida.

    Una vez realizada la acción, procederemos a reclamar Maestrías (si procede). Las Maestrías son objetivos competitivos que recompensan a los clanes por progresar en distintas áreas. Durante este paso, reclama cada Maestría cuyos requisitos cumplas (o superes). Para reclamar una Maestría, coloca uno de tus marcadores de Clan en la recompensa de mayor valor no reclamada de la parte inferior de la carta y obtén de inmediato los puntos de victoria indicados, pero recuerda que solo puedes reclamar cada Maestría una vez por partida.

    Para terminar tu turno, lanza el dado para prepararte para el siguiente.

    Al final de la partida, y después de que el último jugador termine su turno, cada jugador obtiene puntos de victoria en función de su influencia regional y de los clientes a los que ha hecho entregas… ¡Y el clan con la mayor puntuación gana!