Exploding Kittens | 6 abril, 2021 | Exploding Kittens
No nos engañemos, a pesar de su adorable y algo atolondrado aspecto, los gatitos de Exploding Kittens son en realidad armas de destrucción masiva capaces de arrasar no ya ciudades, sino cualquier mesa de juego. Al fin y al cabo, el juego a veces parece una auténtica la ruleta rusa en la que te arriesgas a sufrir las consecuencias de una devastadora explosión nuclear gatuna.
Pero no nos engañemos por segunda vez: Sabemos que te encanta.
Por eso estamos seguros de que vas a celebrar incluso más que nosotros la publicación de una nueva expansión para el juego: Streaking Kittens. Con 15 cartas exclusivas, nuevas ilustraciones y alguna que otra sorpresita desagradable para tus contrincantes (o para ti mismo, recuerda que nadie está a salvo cuando se juega con gatitos explosivos), Streaking Kittens es la excusa perfecta para volver a sacar el juego a mesa.
Aunque como hemos dicho se trata de una expansión de sólo quince cartas, son muchas las novedades que se incluyen en este Streaking Kittens y que procedemos a desvelarte para que empieces a salivar pensando en las muchas trastadas que vas a poder realizar en la mesa cuando caigan en tu mano. Atento, que vamos.
Además de versiones potenciadas de efectos conocidos (y sufridos en algún momento) por todos aquellos que alguna vez se han sentado a jugar a Exploding Kittens como ver o alterar el futuro que nos permiten echar un vistazo a las próximas cartas que van a salir o incluso alterar su orden, encontraremos auténticos superpoderes como la posibilidad de retener en nuestra mano a un gato explosivo.
Pero sin duda nuestras cartas favoritas de Streaking Kittens son las que más probabilidades tienen de dinamitar una partida: Por un lado tenemos La Maldición del Culo del Gato, que obliga a uno de nuestros contrincantes a barajar su mano, colocarla boca abajo en la mesa e ir usándolas por orden de aparición. Si eso no es capaz de destruir a nuestros oponentes, que venga San Gato y lo vea.
Mención especial para la Bomba Gatatónica, que nos permite buscar TODOS los gatos explosivos de la pila y colocarlos en la parte de arriba. Caos asegurado y muchísimas risas menos para el siguiente al que le toque jugar, claro.
Como se suele decir, Streaking Kittens son quince cartas, ¡pero qué quince cartas! Una auténtica transfusión de sangre felina para un juego que a pesar de su simplicidad sigue tan en buena forma como el primer día.