Canción de Hielo y Fuego | 3 abril, 2023 | Cool Mini Or Not
No importa cuál sea tu casa favorita en Canción de Hielo y Fuego: el juego de miniaturas, entre las novedades que estamos a punto de presentarte encontrarás alguna unidad con la que renovar tus ejércitos y poner a en apuros a tus oponentes. ¡Vamos a echarles un vistazo!
Empezamos con la célebre Guardia Real de la Lanza del Sol al servicio de la Casa Martell. Se trata de un contingente poco numeroso, pero se cuenta entre las unidades mejor adiestradas de todo Poniente. Gracias a su flexible estilo de lucha, estas tropas de élite son capaces de emprender acciones tanto defensivas como ofensivas con el mismo alto grado de eficacia; y, además, aunque su armadura es más pesada que la de la mayoría de las unidades Martell, su riguroso entrenamiento físico les permite moverse con soltura sin desfallecer. Cuando actúa como puntal de una vanguardia Martell, la Guardia Real no tiene parangón con ninguna otra unidad de los ejércitos de su Casa y su adaptabilidad le permite tomar la iniciativa o ceder terreno en combate dependiendo del sentido en que se vuelvan las tornas durante el transcurso de la batalla.
La vida de soldado implica afrontar peligros de manera constante, y esto es particularmente cierto en los pantanosos territorios del Cuello porque son los dominios de los guerreros lacustres conocidos como «demonios del pantano», que se cuentan entre las tropas especializadas en emboscar más temidas de todo Poniente. Ello se debe a que estos vasallos de la familia Reed son expertos en camuflarse en terreno cenagoso, donde se mueven con soltura gracias a que su armadura ligera evita que se queden empantanados en él y desde donde dispensan un rápido fin a sus presas mediante sus tridentes envenenados, ya que el más leve pinchazo de estas armas provoca dolorosas heridas y asegura una muerte agónica. Además, después de atacar, los demonios del pantano se desvanecen sin más entre los árboles y en las salobres aguas dejando tras de sí solamente a los muertos y los gemidos de los moribundos.
Las tierras al norte del Muro son un páramo helado en el que, sin embargo, sobreviven muchas tribus que se labran un porvenir entre el hielo. El clan de la Morsa, que venera a los dioses fríos, es una de esas tribus y los curtidos guerreros que forman parte de ella se han unido a las filas del Pueblo Libre en su avance hacia el sur en busca de pastos más verdes que reclamar como su hogar. Para cazar en los gélidos páramos, los cazadores de la Costa Helada utilizan enormes arpones cuyas puntas reforzadas son tremendamente eficaces a la hora de atravesar tanto a una presa como una armadura enemiga. Además, acostumbrados como están a mantenerse alerta para abatir a las impredecibles bestias a las que suelen dar caza, recurren a tácticas de hostigamiento para maniobrar con rapidez alrededor de sus oponentes y atacarles allí donde son más débiles.
A los territorios que conforman Lys los protegen básicamente sus vastas riquezas, de ahí que sus fortalezas isleñas no solo cuenten con altos y gruesos muros, sino también con numerosos corsarios que patrullan sus aguas circundantes a fin de hacer que la idea de escogerlas como blanco de una incursión resulte poco apetecible a cualquier fuerza naval. Sin embargo, no satisfechos con merodear por las aguas que les son propias, los corsarios lysenos siempre están ansiosos por navegar hacia el oeste y adentrarse en territorio enemigo para saquear y expoliar a voluntad. Además, su insaciable apetito de dinero supone que cualquiera que disponga de unas arcas bien repletas puede contar durante un tiempo con un barco repleto de marineros curtidos. Ahora bien, a estos piratas no les interesa la gloria personal, sino que en sus cabezas solo hay sitio para el botín y la promesa de que recibirán su pago cuando regresen a su puerto de origen tras haber rematado un trabajo bien hecho.
El castillo de Altojardín, sede del poder de la Casa Tyrell, tiene fama de ser un lugar pletórico de virtudes caballerescas. Debido a esto, la Casa Tyrell ha puesto a sus piqueros de Altojardín a disposición del autoproclamado rey Renly en respuesta a la petición de ayuda que el menor de los hermanos Baratheon le ha hecho en su pugna por hacerse con el Trono de Hierro tras la muerte de Robert Baratheon. El riguroso adiestramiento de estos guerreros les permite crear un letal muro en movimiento sobre el campo de batalla, ya que han sido instruidos hasta la perfección en el uso de sus picas. Además, cuando van acompañados de un capitán de los piqueros, su formidable destreza en combate aumenta todavía más porque el capitán coordina los ataques de todos y cada uno de sus soldados, lo que asegura que la unidad luchará con un arrojo que va más allá de lo que parecería ser humanamente posible.
Terminamos este repaso de novedades con las Bestias de Bronce patrullan las calles de Meereen, una de las tres grandes ciudades esclavistas. Instauradas por Daenerys Targaryen, las bestias deben su nombre a las máscaras de bronce que portan, las cuales están moldeadas de manera que imitan la apariencia de animales feroces como grandes felinos, aves de presa y osos. Además, sus efectivos se componen de libertos y cabezas afeitadas de la propia ciudad, que forman un cuerpo de guardia cuyo propósito fundacional era prestar apoyo a los Inmaculados, ya que era bastante habitual que fueran asesinados mientras hacían sus rondas. Las Bestias de Bronce no sienten miedo y se meten de cabeza en el peligro, ansiosas por enfrentarse a sus oponentes en combate cuerpo a cuerpo y sin importarles lo más mínimo internarse en callejones oscuros protegidas por poco más que una armadura ligera.