Unknown Armies | 27 septiembre, 2021 | Edge Studio
Si algo distingue a Unknown Armies de otros juegos de terror modernos es su particular visión de la magia. Una vez que los Pjs hayan descorrido el Velo y descubierto que la realidad no es lo que parece, tendrán acceso a una serie de poderes y habilidades con los que transformar todavía más el mundo que les rodea, pero no encontrarán estos secretos en mohosos volúmenes custodiados en las bibliotecas privadas de prestigiosas Universidades, sino en su vida cotidiana.
Serán sus vicios, sus obsesiones y sus comportamientos compulsivos los que les carguen de la suficiente energía mística y aquí es donde Unknown Armies brilla con luz propia, permitiendo no sólo elegir entre una enorme cantidad de escuelas de magia repletas de buenas ideas, sino creando las nuestras a partir de literalmente CUALQUIER COSA.
Hoy os ofrecemos tres ideas no oficiales, tres semillas a partir de las cuales crear vuestra propia escuela de magia en Unknown Armies o simplemente para ser usadas como inspiración a la hora de dejar volar vuestra imaginación.
Secuenciomancia
¿Sabes todas esas horas que has pasado leyendo comics desde que eras un niño? Todo ese espacio que ocupan en tu casa (o en casa de tus padres) las varias docenas de cajas en las que guardas el resultado de llevar media vida coleccionando tebeos, todo ese dinero y tiempo invertidos en completar colecciones, en encontrar incunables, en leer y releer cada ejemplar varias veces hasta poder citar de memoria el nombre del rotulista del número 43 de la Patrulla X de Claremont… Sorpresa, ahora puedes hacer magia con ello.
Los Secuenciomantes extraen su poder de los comics, literalmente. Estos les permiten alterar la realidad de tantas maneras como su poderosa imaginación, alimentada a lo largo de décadas consumiendo compulsivamente toda clase de historias fantásticas, sea capaz de pergeñar. Al fin y al cabo la magia no es más que una clase de superpoder y los Secuenciomantes los conocen TODOS.
Pero todo acto mágico implica alguna clase de sacrificio y la Secuenciomancia no es una excepción: No es lo mismo hacer magia con un vulgar númer 376 de Batman, un comic reciente y fácil de encontrar, que con un número 1 de Action Comics, la primera aparición de Superman. Y si está en mint condition, en buenas condiciones, ya ni te cuento… Sólo con la energía mística que atesora ese número podrían mover montañas… ¿O por qué creías que ese número en concreto era tan deseado por todo el mundo? ¿Por mero coleccionismo? Por favor, no nos hagas reír.
Fiturgia
En el imaginario popular, los magos suelen ser tipos endebles, con un físico condicionado por años de estudio de textos arcanos… La clase de personajes que en una refriega contra, digamos, una panda de orcos se quedan en la retaguardia lanzando hechizos no sea que les caiga un espadazo.
Bien, pues los adeptos a la Fiturgia son todo lo contrario: Estamos hablando de magos que extraen su poder del entrenamiento constante y casi compulsivo, de transformar sus cuerpos en auténticas obras de arte que harían parecer un fofisano al David de Miguel Ángel y en las que no sobra ni un gramo de grasa.
Mientras que el resto de escuelas tienen un sólo tabú, una norma cuyos usuarios no deben incumplir a riesgo de perder todo su poder, la Fiturgia está plagada de ellos: Los carbohidratos, las grasas malas o saltarse ese entrenamiento de pierna de los martes… Pero compensa. Gracias a la Fiturgia pueden alterar su cuerpo y el de todos aquellos que les rodean de las maneras más imaginativas, convirtiendo sus músculos en auténticos martillos pilones o transformando a sus oponentes en renqueantes bolsas de grasa incapaces de moverse.
Una sesión de entrenamiento puede proporcionarte una serie de cargas menores capaces de generar pequeños efectos, pero para acceder a los niveles altos de esta escuela, para convertirte en un Fiturgo realmente peligroso, tendrás que condicionar tu cuerpo y prepararlo para auténticos desafíos: No basta con hacerse una triatlón a no ser que la hagas con alforjas cargadas de pesas… Y la ganes.
Viralomancia
La sensación de conseguir que un tweet se haga viral es embriagadora. Todos esos likes, toda esa gente dándote la razón, todos esos nuevos seguidores deseando escuchar qué vas a decir a continuación… ¿Pero te imaginas que además de esa descarga de dopamina pudieras hacer magia?
De eso va la Viralomancia, una escuela de magia tan reciente como las redes sociales y basada en ir acumulando seguidores y likes gracias a lo que quiera que sea que te guste postear en Internet. Tal vez tengas un canal de vídeos de cocina o puede que te limites a señalar los abusos de poder de las grandes corporaciones… Ey, hasta podrías tener una cuenta de bailecitos en Tiktok, a la Viralomancia no le importa siempre y cuando el flujo de seguidores se mantenga constante.
Mientras no cometas un error que te haga perder amigos en las redes todo estará bien. Tendrás que encontrar ese complicado equilibrio entre ser tremendamente popular y no decir nada que ponga a la gente en tu contra… Pero es que las recompensas son TAN increíbles que merece la pena intentarlo.
Lo bueno de la Viralomancia es que es muy difícil escapar de Internet y sus efectos. Incluso esas personas que aseguran no tener Twitter acaban enterándose de cuál ha sido el TT del día, así que podrás enviar tus hechizos desde la comodidad de tu hogar o desde esa cafetería tan acogedora en el barrio de moda.
Eso sí, si lo que pretendes es hacer Viralomancia de alto nivel prepárate para poner patas arriba Internet con un post, un vídeo o una opinión… Ahí es donde los Viralomantes compiten a diario en un intento de ser los que obtienen la mayor porción de ese delicioso pastel de likes. No va a ser fácil y las consecuencias del más mínimo error pueden acabar con tu vida social y laboral, pero de eso va este juego y aquí hemos venido a divertirnos.