La Llamada de Cthulhu | 24 septiembre, 2021 | Edge Studio
La situación histórica, política y social que vamos a encontrar en el suplemento de ambientación para la séptima edición de La Llamada de Cthulhu Berlín: la Ciudad Depravada es resultado de la Gran Guerra, la Primera Guerra Mundial, que duró cuatro años, tres meses y dos semanas, terminando el 11 de noviembre de 1918. Además de causar más de seis millones de bajas alemanas, puso fin a una dinastía que había gobernado durante cinco siglos y lanzó la economía de Alemania a una espiral descendente. Los millones de ciudadanos de Berlín y sus alrededores sufrieron hambre y enormes privaciones en los últimos años de la guerra.
De la agitación de estos años de posguerra surgió la temblorosa e incierta República de Weimar, llamada así porque la constitución se redactó en la ciudad de Weimar, lejos de la agitación de Berlín. Esta es la volátil situación en la que se encuentra Alemania en los años 20. Es revelador que el pueblo alemán ni siquiera se ponga de acuerdo sobre cómo llamar a su nuevo estado; algunos todavía lo llaman «Reich Alemán», otros prefieren el «Estado del Pueblo Alemán», mientras que otros optan por la «República Alemana». La frase «República de Weimar» no es acuñada hasta 1929 por Adolf Hitler, y no se generaliza hasta después de la desaparición de la República en 1933.
Como si desafiara al mundo destrozado que la rodea, Berlín se expande en 1920, incorporando formalmente 7 ciudades, 59 pueblos y 27 haciendas. Las ciudades de Charlottenburg, Neukölln, Spandau y Wilmersdorf, entre otras, se convierten oficialmente en barrios periféricos de Berlín, que ahora se extiende a lo largo de 883 kilómetros cuadrados y aloja cuatro millones de almas. De forma paralela a esta transformación física, se produce un enorme cambio en la moral pública y privada, que pronto le da a la ciudad el apodo de «Capital Mundial del Pecado» a esta Berlín: la Ciudad Depravada y la reputación de ser «el principal caldo de cultivo del mal», en palabras del Chicago Tribune.
Tal transformación no surgió de la nada, sino que fue el resultado directo de las devastadoras consecuencias de la Gran Guerra. La guerra supuso una conmoción en casi todos los sentidos para Alemania, arruinando su economía, derrocando a la monarquía, matando a millones de alemanes e inculcando en la ciudadanía una profunda desconfianza hacia los antes invencibles «hombres de hierro» que habían guiado el destino de estas tierras durante siglos.
Para los alemanes que vivieron la guerra lejos del frente, los últimos años del conflicto estuvieron marcados por la privación. La corrupción se generalizó a medida que los recursos se volvían escasos y los antiguos lazos de servicio y confianza se rompían.
Sacerdotes y funcionarios se vieron envueltos en fraudes y en extraños escándalos sexuales. La clase media, por primera vez, se familiarizó con la realidad de la delincuencia menor y el mercado negro. Los embarazos no planificados ya no eran un tema de conversación propio de los suburbios, sino que eran comunes a todas las clases. En muchas mentes, la supervivencia diaria reemplazó los conceptos más abstractos de virtud y patriotismo. Las cicatrices psíquicas causadas por estos trastornos aún son muy visibles en las siguientes décadas… Y será en ese contexto en el que se desarrollen nuestras aventuras en Berlín: la Ciudad Depravada.
La corrupción, una ruptura total con los estándares morales de la época y los horrores de los Mitos se dan la mano en esta nueva ambientación para el mejor juego de rol de terror de todos los tiempos… ¿Estarán preparados tus investigadores para ello?