Munchkin | 6 agosto, 2021 | Steve Jackson Games
En la sombría oscuridad del futuro lejano… Espera, ¿o era en la batalla por los Reinos Mortales? ¿Qué prefieres, fantasía clásica o ciencia ficción con pistolones?
Los jugadores de Munchkin estamos acostumbrados a no tener que tomar decisiones de ese tipo porque estamos hablando de un juego en el que la mezcla de géneros es la norma. Sí, tal vez el Munchkin original fuera una mezcla de homenaje y parodia a los tropos del rol más clásico, pero con la llegada de expansiones como Munchkin Zombis, Munchkin Cthulhu o incluso Super Munchkin los límites de lo que era posible e incluso lógico se expandieron hasta el infinito.
En Munchkin todo está permitido y a nadie le importa si tu guerrero de nivel 1 derrota a esa partida de goblins con una espada, una recortada o el mismísimo Necronomicón. Y la llegada de Munchkin Warhammer 40.000 y Munchkin Age of Sigmar no va a alterar ese statu quo… ¡Al contrario!
Munchkin Warhammer 40.000 y Munchkin Age of Sigmar son los títulos de la familia Munchkin que nos trasladan a los violentos universos de Games Workshop en los que ejércitos de todo tipo se enfrentan en una batalla eterna por… Por algo, porque llevan tantos siglos dándose de collejas que seguro que ni ellos mismos recuerdan a estas alturas por qué empezó todo.
El caso es que aunque se trate de dos ambientaciones muy diferentes, una espacial y otra de fantasía, ambos títulos se pueden combinar perfectamente: ¡Si quieres tener una aventura verdaderamente crossover de Munchkin Warhammer puedes mezclar ambos juegos! Ambos tienen reglas casi idénticas:ambos tienen cartas de Ejército, monstruos del Caos y No Muertos y así sucesivamente.
La única diferencia es que Munchkin Warhammer 40.000 tiene vehículos en lugar de monturas. En una partida crossover, cualquier carta que se refiera a una montura también significa un vehículo, y viceversa. Por lo demás, siéntete libre de lanzar a tus orcos Ironjawz de la ampliación Muerte y Destrucción contra un destacamento de Lobos Espaciales de Salvajismo y Hechicería…
¡Al fin y al cabo esto es Munchkin y la opción más razonable no siempre es la opción más divertida!