logotipo
logotipo

Happy Salmon | 23 febrero, 2023 | Exploding Kittens

¡Choca esos cinco!

Descubrir Happy Salmon es sin duda lo mejor que te va a pasar en todo el día

¿Andas buscando un juego de mesa muy físico, ruidoso y, sobre todo, que te ofrezca la posibilidad de hacer el idiota? ¡Pues despejad el salón, apartad las sillas y preparaos para que vuestro ritmo cardíaco se acelere, porque hoy toca presentar el nuevo título de Exploding Kittens! ¡HAPPY SALMON!

En Happy Salmon gana el primer jugador que se descarta de todas sus cartas y, para ello, solo tendréis que colocaros alrededor de una mesa. Cabe destacar que os recomendamos que lo hagáis de pie en lugar de sentados y que empleéis una mesa pequeña, lo suficiente como para que podáis chocaros los cinco unos a otros.

Cada jugador escoge un color de mazo y toma 12 cartas de ese color, que formarán su mano durante la partida. Para empezar, todos los jugadores le dan la vuelta a sus cartas de forma que solo se vea una carta… ¡Y para descartarla tendrá que encontrar a otro jugador cuya carta coincida con la suya y realizar juntos la acción que se muestre en ellas!

Pero te hemos dicho que Happy Salmon es un juego ruidoso y eso de “encontrar una carta igual a la tuya” suena más a escudriñar en silencio las cartas de tus compañeros de juego… ¡Pues nada más lejos de la realidad! Para encontrar a un jugador que tenga la misma carta que tú, tendrás que gritar la frase que se muestre en tu carta y estar atento a ver quién grita la misma frase. Cuando os encontréis, deberéis hacer la acción juntos para poder descartaros.

Chocar esos cinco, juntar puñitos, cambiar de sitio… Y como además no hay turnos, pronto la partida se convertirá en un completo caos de gente haciendo el loco, pegando gritos y lanzando cartas por todas partes en una desenfrenada carrera por descartarse de todas sus cartas.

Happy Salmon es el juego perfecto para una de esas tardes que empiezan con ganas de un juego sencillo y fácil de explicar y que acaban con todos rodando por el suelo muertos de risa mientras los vecinos llaman a la puerta pidiendo que les dejéis jugar a ellos también. No parece un mal plan en absoluto, ¿verdad? ¡Pues choca esos cinco!