En las riberas del Limbo, individuos enmascarados y embozados esperan pacientemente una señal tuya. Con un gesto de tu mano, los colocarás en una de las barcas que se mecen sobre las aguas de extraños colores que hay debajo.
La mayoría de estas figuras son Almas honestas y buenas que intentan alcanzar la dicha eterna del Más Allá. Otros, sin embargo, son Demonios retorcidos que esperan pasar de contrabando al otro lado.
¿En quién confías y por qué? ¿Qué barco se puede enviar con seguridad? ¡Vamos a descubrirlo aprendiendo a jugar a Pasajeros!
Pasajeros consta de 3 rondas de 3 fases cada una. En cada ronda, tendréis que colocar un pasajero en una de las 2 barcas disponibles. Esto os otorgará un don y cierto número de voces. Después deberéis realizar las acciones especiales que hayáis obtenido con vuestro don. Finalmente, utilizaréis el poder de vuestras voces para votar qué barca será la que zarpe y lleve a sus correspondientes pasajeros hacia las tierras del más allá.
Una vez hayáis jugado las 3 rondas, 3 barcas habrán llegado a las tierras del más allá, momento en el que revelaréis todos los pasajeros y dará comienzo el recuento de puntos final. Para ello, contaréis todas las almas y todos los demonios junto con los puntos de bonificación que cada facción haya podido obtener al colocar, hábilmente, un pasajero del color correcto en el espacio correcto. La facción que obtenga más puntos gana la partida.
En Pasajeros necesitaréis pensar muy bien qué información queréis compartir y cuándo. En vuestras manos está decidir en quién confiar, cuándo os tiraréis un farol y cuándo será que os quedéis callados. Desvelar información de más puede traer problemas a vuestra facción, pero no compartir la información necesaria también puede hacer que perdáis puntos de bonificación esenciales para ganar.