Drácula: Colmillos y Horcas | 30 enero, 2023 | Luudos Studio
Drácula: Colmillos y Horcas es un juego de deducción social, improvisación narrativa y roles ocultos en el que pelearemos contra nuestros oponentes para inventar la mejor excusa y así evitar ser víctimas de Drácula aprovechando nuestras habilidades especiales y desconfiando de todos salvo de nosotros mismos… ¡Es una cuestión de vida o muerte!
Varios aldeanos han recibido el dudoso honor de cenar con Drácula. Los jugadores se turnarán para interpretar al famoso conde. Los demás representarán a los aldeanos, cada uno de los cuales intentará convencer a Drácula para que no lo elija como tentempié. Cada jugador utilizará sus cartas de Excusa para construir su coartada y tendrá que seguir las cartas de Condición mientras la respalda. ¡Pero cuidado, porque los demás aldeanos podrían traicionarte con sus cartas de Excusa para salvar el pellejo!
Una partida de Drácula: Colmillos y Horcas empieza con un jugador adoptando el papel de Drácula y poniendo su carta bocarriba, mientras que el resto eligen de entre el resto de cartas disponibles, mostrándolas para que todos los jugadores sepan qué roles estarán en juego.
Las rondas se componen de varios turnos y al principio de cada una de ellas, Drácula baraja todas las cartas de Rol, Excusa y Condición por separado, formando tres mazos individuales y colocándolos en el centro de la mesa. Cada Aldeano va a tener 3 cartas de Excusa en la mano, mientras que Drácula coge una carta de Condición por cada uno de ellos.
Antes de empezar cada turno, Drácula elige una carta de Condición de su mano como modificador de este turno y se coloca bocarriba en el centro de la mesa. El turno se compone de dos fases: la fase de Excusa y la fase de Aldea.
En la fase de Excusa, el jugador activo le explica a Drácula por qué no debe comérselo a él («Por favor, Drácula, no me comas a mí, porque…»). Mientras desarrolla su excusa y mantiene oculta su verdadera identidad, debe incorporar y revelar todas las cartas de Excusa de su mano, además de respetar la carta de Condición de Drácula, antes de concluir su historia.
Al final de la fase de Excusa y ya metidos en la fase de Aldea, los dos Aldeanos sentados a la izquierda y a la derecha del jugador activo pueden jugar una única carta de Excusa de su mano y tapar con ella una de las cartas de Excusa en juego, con el fin de sabotear las Excusas activas.
El jugador activo debe reanudar su historia y explicar por qué la excusa anterior era falsa y la nueva carta de Excusa es la verdadera («A ver, Drácula, lo que pasó en realidad…»). Durante esta fase, tanto los demás Aldeanos como Drácula pueden participar para criticar o respaldar las afirmaciones del jugador activo. Cuando el jugador activo concluye su historia, el turno termina. La ronda continúa hasta que todos los Aldeanos hayan jugado un turno. Al final de la ronda, Drácula elige a qué Aldeano quiere comerse.
El siguiente jugador en sentido horario se convierte en el nuevo jugador activo. La partida termina cuando todos los jugadores hayan interpretado una vez a Drácula. En ese momento, todos los Aldeanos revelan su carta de Rol y obtienen los puntos de Victoria correspondientes.
Drácula: Colmillos y Horcas sabe encontrar el equilibrio entre los roles ocultos, la improvisación narrativa y las traiciones, convirtiéndose en algo más que un digno heredero de toda una serie de escuelas lúdicas para dar forma a un juego original y, sobre todo, endiabladamente divertido.